Señora…
En ésta soledad del alma mía,
en éste ir y venir de sentimientos,
le doy a conocer tras la poesía,
al pobre corazón que llevo dentro !
Deseoso está, de amarla a usted, Señora,
con todo lo que implica tal costumbre,
palpita y se desangra a toda hora...
Yo temo, que perezca o que se herrumbre !
Le pido a usted... No lo haga sufrir tanto,
dígale sí, o trunque su esperanza,
pues me da pena a veces escucharlo,
espero su respuesta... Pronta y clara !
Luis A. Prieto
01/11/2005.-