Ayekan

Universos posibles.

Se dormía pensando en esos universos posibles. Una noche roncaba bajo el fulgor de las estrellas; en otra se arrimaba al calor de una fogata (…) en otras

Se deleitaba saboreando frutas jugosas y desconocidas

Se sumergía en mares profundos y calmos

Se veía corriendo al galope por campos inaccesibles

Disfrutaba la brisa de otoños perdidos

contemplando arreboles en una esquina del mundo

sobrevolando planetas que parecían olvidados

bañándose a la luz de otras lunas

reparando satélites de otros tiempos

aterrizando en galaxias muy, muy lejanas

 

Y despertaba no queriendo hacerlo, con la dulzura de otros mundos invadiendo su espíritu; debiendo retomar papeles pendientes, conversaciones inconclusas, vidas en tránsito,

sentimientos entrecortados.

 

Hasta que un día, se durmió sintiendo tanto amor en su pecho, con tantas ganas de vida, que la sonrisa no le cabía en el rostro.

Tal era el éxtasis que ya no hubo más sueños;

pero sí universos

y también posibles.