Tu faz perdió su color,
la vista quedó pendiente
en un punto inexistente
al final de tu labor.
Yo me llené de dolor
no imaginé algún momento,
en que tan grande tormento
a mi vida así llegara,
y que en mi alma se albergara
tan solo el resentimiento.
aún sabiéndolo no quiero
tu irreversible partida,
fuiste leal a mi vida
y con tu muerte yo muero.
A tu ausencia no obtempero,
pues no quiero la existencia,
si le falta tu presencia
en esta nefasta tierra,
que tu humanidad destierra
en injusta preferencia.
lloré de impotencia extrema
no solo porque marchabas,
es que ya no regresabas
mi vida , musa y poema.
Hay una verdad suprema
que entonces nadie notó,
cuando ya el alma salió
de tu cuerpo tristemente,
en homenaje ferviente
tu muerte el cielo lloró
EL CIELO LLORÓ - CC by-nc-nd 4.0 - ESPECTRO