Dame tu claro amor,
tu leche blanca de agonía,
dame tus extremos y tu centro
a cada hora del dia.
Dame tu aliento y tu saliva,
tu esencia toda la vida,
dame tus ansias y respiro
para que muera en tí y viva.
Dame tus soles y dunas,
tu tibia arena y lozanía,
dame tus ojos y tu luna
para verte aún cuando dormida.