Enrique Obregon

Soneto altivo

Del puño en alto advertimos el error,

el imperioso vicio de la templanza,

soberbio es el fin último y añoranza

que el sometido torna su mayor terror.

 

No hay látido que escape al anhelo

voluntad de poder, someter las penas,

las piezas del ahora son tan ajenas

al pasivo ente que escapa del duelo,

 

vano es también el ahínco apresurado,

ignorar el trayecto, cerrar la puerta,

fijar la meta al prospero pasado,

 

asumido ten que siempre es incierta

la memoria viva de cada historia

mas no el influjo tras cada victoria.