Como la vida es será. No hay más tiempo que el mismo tiempo. Pues, apresúrate a ser lo que crees en ser. No hay mas aventura que la misma locura. Porque si las piedras van a tropezar en tu camino conviértelas en alfombra a tus pies. No seas mal agüero, que no somos agua sino sangre viviente en nuestro cuerpo. Con una sola luz, puesta en tu senda con tan sólo mirar la oscura soledad. Además, de ser vivo, sé muerto, pues, no existe cosa que no esté muerto en la vida, también. Sé, tú mismo, pues no hay otra luz que la del mismo ambiente y la que miras por tus propios ojos. El sol (la fuente de energía mayor), no seas estúpido, que la lámpara también tiene luz. Adéntrate, a lo profundo, a lo estable de la emoción, que no somos máquinas superficiales, sino ademanes tan fríos como la misma soledad. Una sola luz, es la fuente de supervivencia en la vida. En una sola vida. No seas jactancioso, pues, el orgullo a veces es como el ego que si eres orgulloso, pues, tendrás la ira de tu parte. Por lo tanto, no seas más efímero, sé tú primero, que no somos idólatras, pues, si el mundo es mezquino. No seas apresurado, pues el tiempo es corto. Como una eterna salvación, así, es la fuente de inspiración. No seas mal parado, que no somos fantasía, sino verdad y certeza. Cerciórate en la verdad, pues, no hay cosa que más le duela a la mentira. No seas mentiroso, pues, siempre la verdad triunfa. Aunque, seas mentiroso, tú más que nadie sabe la verdad. Ocultas de tí la verdad, porque, la verdad duele como la misma herida. No seas más que el mismo putrefacto camino, pues, a la verdad que no existe camino sino lo vives trazando con pies de plomo. O, es que acaso, caminas por los aires. No seas más que todo, todo es nada, y sin nada no sería todo. Una sola luz, en tu vida. Es la que advierte camino y destino, destino y camino. No seas mal tapicero, que si mal tapizas, te queda arrugado el tapiz. No seas pasajero en la vida, que la vida como es una, una es la vida. Sólo comienza mal, pero termina con bien. A que empieces bien y termines mal. Es la contradicción más contundente, pues, no existe maldad sino verdad. No esperes a que salga el sol, sino sale la luz en tu alma. No esperes a que venga la lluvia a empapar tu piel, pues, no hay frío sino el que viene del invierno. No existe compasión sino en el mismo destino, pues, no hay soledad que la misma oscuridad dentro de tu alma. Consigue lo que prometes, pues, si lo haces es tu verdad y no la de otros. Y querrás ser como esnob, pues, emulando es que aprendiste algo. Aunque, intentes, desafiar, lo que resta es lo que divides de tu mismo y propio parecer. Cuando sumas o multiplicas, te reproduces más. No seas, como el titán, pues, se hundió su embarcación y para siempre. Cuando se detiene la sensación, no prosigas, pues, siguiendo es se empeora más el sentido. No seas, como el calor, porque aunque, no lo creas quema. Sé, como la virtud, que después de salvarla en respeto, se gana una contienda. Sé, como el río tiene un cauce. Sé, como el alma, tiene un sólo reposo, y es el cuerpo. Sé, como la tempestad no tiene un camino. Sé, como el desierto, fue mar antes y el agua es la vida. Y la vida es una, como una sola luz. Que siente y presiente, lo que es de los dos. Sé, como la sangre que viva duele, y que se siente como el pasaje a vivir. Pues, no hay más eternidad que después de la muerte. Y si la hubiera, acaso, ¿existe lo infinito?, pues sí, como es el cielo o los mismos números, a seguir, sé un número entero, porque completa, es la vida. Vívela, como autómata, pues no hay exordio que tu mismo arenga. Pues, no hay comienzo sin terminación. Como no hay despedida sin un saludo al principio. Haz como la misma salvación que si no te salvas sino hay compasión. Grita, pues, gritando es que se escucha un lamento. Y callando, acaso, ¿se esconde la verdad?. Pues, no, sólo sé tú mismo. Que las piedras son sólo estorbos. Y que sino comienzas por tí mismo, no serás más que la misma exacta cosa. Pues, no hay cosa más exacta que lo mismo.Ten en cuenta, que el paraíso, se edificó con el Edén. Y sin el Edén no somos nada. Pues, no hay mundo, que tu mismo alrededor. Pues, no hay cosa, más atrevida que vivir. Pues, el destino, es el destino, y sin el camino no existe destino. Una sola luz, es el comienzo a ser electrizante, como el mismo instante, en que se convierten los ojos en luz. Porque ver, no es lo mismo que observar, ni viceversa. Si se siente aquí, una fuerza sería como la del triunfo, pues, no hay mayor fortaleza que en creer ser diferente. Y querer ganar es querer perder la camorra. pues, no hay complicidad, que la de la misma conciencia. Si, existe la forma de crear, créete superior, pero, cuando bajes del cielo, créete que la lluvia corre por el mismo suelo también, y que barre la suciedad. Pues, no hay cosa más grande que Dios, cuando el ser humano es pequeño, en su naturaleza, cuando Dios, lo creó e hizo de Él, lo que es, cuando pienses en Dios, acuérdate que es ël, quien lo crea todo. Sin mayor exactitud y con menor prontitud, que la misma fuerza por llegar a tu propio destino. Cuando el destino lo haces viviendo. Vive en una sola luz, pues, no hay otra, que la de tu propia alma. Derrama luz, pues, no hay tiempo sin horas, ni agua en el desierto. Sólo, hay una sola luz…