Entre montes y colinas,
de las entrañas del suelo,
surge una tierra bendita,
a la que llamamos El Bierzo.
Saqueada por romanos,
explotada por mineros,
el carbón nos dio la vida,
e hizo prosperar al pueblo.
Una cruz griega de oro,
nos ofreció el Rey Ramiro,
para adornar nuestro escudo,
con vides, perlas y brío.
El Sil baña nuestros Valles,
y lleva sus aguas al Miño,
atrás se queda el carbón,
el minero y el camino.
En El Bierzo es tradición,
los pimientos y el botillo,
en noviembre los magostos,
y para finalizar buen vino.
J. Piñeiro