Amapola, mi querida amapola
entre los trigáles verdes
con el viento bailas sola,
eres el alimento del alma
que sueña cansada sobre una ola
sencilla, humilde y callada
te refugias en la primavera
llenando los campos
un jardín de esta mi tierra,
tu color es rojo como la sangre
tu sabor la miel de la cerveza
un río de espuma que baja
desde los picos de la sierra,
mi corazón a tu sombra se sienta
tu le das color y calor a la vida
y aroma a aquel que te besa
y en el siléncio del alba
tus colores traen tristeza,
yo paso y te corto
y en mis manos agonizas
eres el fuego fátuo, la ceniza...
Ay amapola, mi querida amapola
entre los trigáles verdes
con el viento bailas sola,
yo no moriré nunca
pero si acaso muriera
en cada amapola que nazca
resucitaré en mi tierra...
¡ Que guapa, que hermosa !
¡ Entre la hierba, mi querida amapola...!