Parte la tarde, se refugia en la noche
duermen los pájaros, la luna hace broche
de estrellas luminosas y luciérnagas encantadas
de suspiros de enamorados y magia azulada.
Se aviva la llama, de los corazones sedientos
los que buscan ser amados, aún en contra del viento
los luceros en la bruma, se asoman como sustento
de los que quieren beber, amores en copas de aliento.
Las ilusiones y los sueños, se calientan con pavesas
que quedaron medio tibias, después de la contienda
entre amores de engaños y almas con fuerza.
Las que se mantuvieron erguidas, a pesar de la tristeza
ahora palpan los sueños, que no tienen asperezas
son tan limpios y puros, que a las almas calientan.