Me asombra la manera ,
con la que hoy me miras,
no es la misma mirada fértil ,
que ayer poblo mi soberanía,
me aterra comprender ,
como habiendo sido mi sol ,
hoy eres temprano de hielo,
tan extraña como lejana,
como hieres mi alma,
con la crueldad de una loca perversa
como arrancas de mi corazón,
lo poco que me queda de serenidad,
donde queda la mujer ,
que un día hizo de mi boca su santuario,
donde la voz que pronunció,
tantas veces mi nombre,
donde la promesa,
de un día , sin irte lejos,
me quedo estupefacto,
ciego,sordo, sin gloria,
de pensar que fuiste mia,
y hoy de otro.