Desde el fondo del mar
Como desde el de la tierra,
Desde la más absoluta obscuridad
Como desde el claro de luna;
Al finalizar cada milenio
Se hará carne en el humano,
Regresando durante siglos
A recuperar el alma que ha perdido;
Buscará engendrar un alma nueva
En algún ser puro e iluminado,
Recorrerá los pueblos y sus hombres
Durante doce días con sus horas;
Y cuando la luna se alce luminosa
En el centro mismo de la noche
Acabará la muerte que lo ocupa
A manos de la vida que lo espera