Nunca te lo he dicho,
pero,
te vi llorar.
No te conocía,
me importaba una mierda lo que sentías…
Sin embargo,
ahí estaba,
sufriendo con tus lágrimas;
escarmentándome con tu agonía.
¿Por qué no me pudiste importar una mierda?
¿Por qué te conocí?
¿Cómo le diste vuelta a mi universo?
Quiero creer que me enamoré de tus ojos,
o de tu pelo
-¿alguna vez te he dicho lo mucho que me encanta tu cabello?-,
pero pienso que hay algo más.
Vos sos ‘más’.
Más que guapa,
más que linda,
más que labios,
más que tu risa odiosa…
sos tu sonrisa,
uno de los pocos deleites de mi vida
-y de quienes estudian ingeniería-.
Cóncavo que en otro rostro no se grafica,
emociones que no te caben,
pasión que no me queda,
labios que arden,
sueño que me despierta…
haceme el favor de rendirte.
Dejá que te enamore,
y que con mis besos
tus penas borre.