¡Tiembla el Sol, tiembla la Tierra,
tiembla la Libertad todos los días;
tiemblan en su nido las arpías;
tiembla el valor; se hace la guerra!.
¡Tiembla tu razón y tu mirada;
tiembla el corazón cuando te escucha;
tiembla y tiembla, más no hay lucha;
tiembla para que tú ya no hagas nada!.
¡Tiembla el amor por la mentira;
tiembla la crítica en sus fueros;
tiembla el poema que se estira;
tiemblan los labios por el miedo!.
¡Tiembla el pudor en estos días;
tiembla la fe, tiembla el hermano;
tiembla el país, las cofradías;
tiembla la paz en nuestra mano!.
Y tiembla todo, ¡tiembla todo!
Y lo más grave… tiembla el futuro
Muere la luz, crece lo oscuro
¡Y nos acostumbramos a este modo!.