Nazco y muero en ti
en cada momento.
En cada lluvia,
con cada viento
y en todo beso.
Nazca y muero en ti
como las olas
salpicando espuma
como una bandera blanca
que desvanece y se alza
para reventar de nuevo.
Rio y lloro por ti,
me acerco y me alejo.
Pero voy contigo
atado siempre a tu cuello.