Quiero sentir algo bonito...
Tan bonito que sobrepase toda la tristeza que llevo encima.
Quiero que la gota que transbordó al llenar mi vaso, sea para resaltar una autentica y digna hermosura, de gran peso en balanza de medida, a tal punto que avergüence la tristeza que se ha atrevido amenazarla, resaltando sobre ella.
Empezaré, por hablar de las flores, que hermosas vestimentas, con todos estos colores sobresaliendo los acordes del arco iris, sin ser clasificadas por sus colores, y sin reconocidas por sus funciones.
Su belleza irradia cualquier tristeza pues ¿Qué ojos no apreciará tal elegancia y majestuosidad?
En un día triste abro mi ventana, doy las gracias al Arquitecto y alago mis flores.
Les digo:
- Ohhh ¡Que hermosas sois todas!
Las puse nombre a cada una, y entre todas ellas, Violeta es la que más me entiende. Cada vez que le hablo a ella, exhala de sí fragancia en su forma de decirme, que todo irá bien. Y todas las demás, cooperan en mi lucha por conservar la alegría, cuando la tristeza se asoma.
Y me siento bien.