A ese amor que no se encuentra,
el mismo, al que se ha perdido,
al que sabes nunca ha sido,
que su amor no trae a cuenta.
Al que al alma la revienta
pues quisiste y no te quiso,
a aquel que surgió remiso
y al amor no representa.
Al que alguno se lo inventa
o que fue dubitativo,
al que huyó, o al fugitivo
que te cantó las cuarenta.
A ese amor que no fue amor,
no pasó de un pasatiempo,
pues surgió en un mal momento
sin dejarte un mal dolor.
A ese malo, retorcido,
el que tú no te mereces,
que empezó con sus sandeces
y acabó dando un ladrido.
Al suave, ese delicado
que en tus labios, tus mejillas
se colgaba, maravillas
y al final ya te ha olvidado.
A ese amor tan impreciso
que surgió como una estrella
tan radiante luz, tan bella
la que sólo fue un inciso.
A ese amor empedernido,
el que nunca se atraganta,
se hace un nudo en la garganta
pues que nunca está dormido.
A ese que no te gustaba
y en tu cama se metió
con su sexo engatusó
y por siempre te atrapaba.
A ese que nunca alcanzaste
con el cual siempre has soñado,
el único que ha quedado
el más fiel, que no fue al traste.
A todos sin distinción
por sus motivos diversos
aquí dedico estos versos
y a todos pido perdón.
Pues se sabe, el corazón
a sufrir no se acomoda,
y así fuera éste rapsoda
nunca él hace una excepción.
©donaciano bueno
(... y sus poemas de medio pelo)
http://www.donacianobueno.com/