Y créeme que no es por alardear, no! es lo ultimo que quiero hacerte saber;
Pero que tanto me duele tu ausencia..toda, la de tu voz, la de tu presencia
son en las horas de animas, cuando me viene tu recuerdo y te llamo oh si que te llamo tanto..tanto,
y te pregunto dentro de mi silencio, si me tienes en tu recuerdo.
Me debilito entonces y es como entre catarsis y exorcismo, mi cama, mis paredes y el techo son los testigos de esta cruel y densa batalla, entre mi angél y mis demonios.
Te lloro porque te anhelo y entonces después un dejo de odio y dolor me lleva a conclusiones donde te dejo en la fría y detestable conclusión de la indiferencia.
Yo..que pensé que el dolor lo habría recorrido hasta el fondo de mi corazón; Me doy cuenta de que tu eres un nuevo dolor pero de esos que saben como a metal, de esos que duelen como el dolor en los huesos, de esos que solo te queda mirar al cielo de mayo con sus nubes en pedazos y decir entonces...Padre por que me has abandonado?.