Nos montamos en un tren con destino hasta tus brazos
y con la esperanza de ver tu pelo entre mis manos,
y tus labios cerca de mi piel.
En minutos nos empezamos a mover ,
Mientras me hablabas de tus deseos de llegar a tiempo,
Antes de que llegara el atardecer.
Pasamos valles, ríos, puentes , llanuras y montañas,
Mientras te acariciaba con mi mirada a la vez que te decía,
Que lento va el tren.
Hasta que después de varias horas
Llegamos a nuestra estación de acero,
Cansados del viaje con el alma llena de deseos
De tenerte cerca otra vez.
Al Bajarnos caminamos alejándonos del tren,
Viendo que nuestro destino final
no fueron tus brazos esta vez.
Sino un beso de despedida
y la promesa de viajar juntos nuevamente en aquel viejo tren,
pero con el corazón lleno de recuerdos
y de palabras del ayer.