Dormía plácidamente
en cómoda habitación,
cuando alteró mi razón
un sueño ya recurrente.
Yo observaba displicente
a las personas paseando,
y en mi pareja pensando
noté algo muy alarmante,
era ella con su amante
a mi me están engañando.
Lloré inconsolablemente
por vilipendio tan ruín,
este sin duda era el fín
comprendí yo tristemente.
Pensé diligentemente
en lo que había pasado,
ya estaba desesperado
cuando por fin desperté,
y fué entonces que noté
que yo no estaba casado.
EL ENGAÑO - CC by-nc-nd 4.0 - ESPECTRO