De una manera casi perfecta creía que era amor,
Siempre risas, juegos, palabras, caricias, besos,
Eras el príncipe, no importaba si azul, verde, rojo, solo principe, con capa y espada.
Así lo escribí para ti alguna vez,
Cuan lejano debe ser ese sueño, porque se convirtió en eso,
un sueño que alcance a saborear,
Con mis manos tegi dulces caricias para tu cuerpo
Y con mis labios dulces sortilegios para tu alma
Y en albores de la realidad alegres y aapasibles momentos.
Y ahora que...
Martina