DEMÓDOCO

LA LETALIDAD BIENVENIDA EN EL MUNDO

 

«Nadie impide que la industria más letal del mundo envíe armas de guerra a jefaturales en numerosos países, sin importar cómo tratan a los ciudadanos ni la procedencia del dinero con el cual las compran. La explícita intención de cometer no inhabilita potenciales adquirentes»

(Alberto JIMÉNEZ URE)