Tu mirada se ancla en mi anatomía,
como aquella mujer,
que divisa desde el puerto el barco zarpar,
y siento que la nostalgia te encadena,
y yo finjo que no te vi y paso de largo,
no lo hago por despreciarte ,
sólo en defensa propia ,
ya una vez jugaste con mis sentimientos,
y simplemente no quiero hacer memoria,
aunque tu Lugar nadie lo ocupa,
todavia el pensar en ti me preocupa,
mi corazón herido grita : ni lo intentes,
y surge en mi ser derrepente,
un afán loco de huir de ti sin preguntar,
quizás te pueda aun amar,
pero no olvidó que me dejaste ,
y sin salvavidas ,
cuando en tus cinco sentidos ,
me arrojaste al mar,
puedes que hayas cambiado,
pero mi temor a amarte ,
aún sigue intacto,