Caballo negro en muro de piedra,
yo me lastimo en su enorme caballero,
no... no quiero ser grande pistolero
ni capital que se me resista ahora.
Gran polla y titánico coño en la boca
erótica y mi poesía gratuita corpulenta
no atrae a nadie, ¿será por su principal
muro?. Y el culo facial, desmesurado
que no encaja aquí. Gorrión pequeño
y mis manos ciclópeas, no tienen límites
para la estupidez humana: más colosal
que ninguna otra. Este dilatado soneto,
que empezó con un caballo negro superlativo,
y acaba como caballero pistolero grandioso.