Al despertar antes que el Café,
yo bebo tu recuerdo,
me parecen tan asesinos ,
el tiempo y tu ausencia,
que pido a Dios no demores,
si , lo confieso: estoy loco por ti,
desde que te vi aquella vez,
cuando tu sonrisa me dejó sin sonrisa,
cuando tartamudear fue mi poema,
cuando con tus ojos me embrujaron,
y secuestraste mi corazón sin tocarlo ,
loco por ti,
como el pescador del mar,
como el poeta de los versos,
como la misma locura del amor,
y no quiero curar de esta enfermedad ,
de la que me ha causado tu figura,
porque para que vivir,
sin el veneno de tu amor.