Pajarillo

El Poema Más Grande (Permiteme Llegar)

 

El  Poema  Más  Grande
no lo he escrito:
Duerme conmigo y encamina mis pasos,
entrevé su grandeza con murmullos
y se engalana con paciencia crepuscular
que ama el último rayo de sol
al indicio de la noche temprana.


Llega y me habla y me despierta,
y con lágrimas sonríe
de un amor de fe vertiente:
una fe de amor que vibra
alumbrando el buen camino,
apartando el mal y toda pena.


Sé que va en mi...
como luz en los ojos de un niño
como flor que suspira con el río,
como gota al cristal en recia lluvia:
yo lo siento respirar como arcoiris
y moverse en esta tarde
con arpa: con piano con violin,
y con guitarra,
entre el viento del recuerdo
vestido del azul de bellas voces:
voces de lutos momentáneos
con ecos de rezos perpetuos y dorados
a la luz de puertas sagradas,
las mismas puertas que conducen
a quimeras reales: plenas
de un cielo en el cielo que soñamos.


Va en mi desde el fondo y desde siempre:
me grita con silencios en la calle,
me cobija con luz y sombra
y desnuda la realidad que obviá
escondida a trasluz de intenciones,
me hace contemplar y sentir
dolores ajenos como propios,
incrustados como clavos en un madero:
lo llevo arraigado
como arena en la playa y el desierto,
y son suyas las letras
febriles que yo exhalo
con la mano inocente de la infancia,
con el pétalo en los labios
de días que inclinan de lleno
su aliento hacia el otoño.


Me dice levemente que me duela:
porque también las rodillas dejan huella,
porque el cincel de este mundo te desvía,
porque no hay porqué no intentar
llegar al paraíso olvidado en las tareas.
Mi poema es de palabras que realzan
el porqué de la vida en toda vida,
esperando a quien hoy al fin encauce
su sed al arroyo de luz
que fluye todavía:
que baña blanquiazul eterna el alma
y sólo vive deseando tu llegada.


Mi palabra te pide que me atiendas
y me tiendas la mano porque te amo
porque busco y me acerco y a Dios clamo
fe y devoción a quien va a tientas;
mi poema es tuyo y te abraza y te suplica
te entregues a quien por ti -sufría moribundo:
suplicio inmensurable que guía y purifica
toda creación con amor -único y profundo,
fiel y eterna salvación -que cuantifica
el perdón y el poema -más grande del mundo.

 

* Ramiro N

\"...Quiero vivir: con una espina en mi pecho,

morir: con una pluma en mi mano...\"

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