Caes mansamente mojando los cristales de mi ventana.
Te deslizas suavemente por mis ojos y mi cara reflejados en esa misma ventana, dejándome el alma empapada de recuerdos , de nostalgia, de amores viejos y nuevas esperanzas .
Llueve afuera y en el alma, afuera bailando entre los árboles y flores a los que que ya no les alegra tanto tu visita larga y de monótona charla, en el alma te transformas en un río desbordado de recuerdos , de alegrías y tristezas por ti mezcladas que todo lo inunda con su gris monotonía.
Llovizna afuera y en el alma sin que podamos ni sepamos como pararla, llovizna gris que por gris no eres ni chicha ni limonada .
Llovizna afuera en remolinos danzantes que desafían los paraguas. En el alma te metes dentro, en cada rincón de mi cuerpo haciendolo empapar de soledades y nostalgias.
Llovizna y estamos empapados mi alma y mi ventana.
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