ADANS BECMAN

TAMBIÉN LE CANTO A MI MADRE...

No es cosa facíl escribir a las madres

se lo debemos casi todo

la vida, el amor, y hasta la última gota de sangre

si, esa sangre que bombéa el corazón

 

cuantas fatiguítas pasarón

para criarnos como hijos

y cuantas noches pasaron en vela

¡ que grande que fué su cariño !

 

las palabras vienen hoy a mi boca

para declarar mi amor de niño

¡ cuanto y cuanto la recuerdo !

hay un dolor escondido

 

en el fondo de mi alma

¡ cuantos errores cometidos !

que suenan como campanas

en la tempestad de los olvídos

 

¡ cuanta espuma y piedras !

arrastra este viejo río

cuantas adélfas sin flores

se han secado conmigo

 

ay, amor de mis amores

de ese, del que vivo cautivo

en la cárcel de la Esperanza

yo la recuerdo, mi amigo

 

y voy a sembrar brotes nuevos

de ese árbol que fué caído

por el rayo de la amargura

en una noche de olvido

 

y empezaremos de nuevo

a andar este camino

ahora, con el corazón mas lleno

de amor, de fe y de cariño

 

limpiaremos esas lágrimas

que al suelo siempre han caído

ahora será cosas del pasado

ese dolor acumulado

 

en el alma de tu hijo

¡ cuanto te recuerdo madre !

¡ que grande fué tu cariño !

corre hoy el amor por mi sangre

 

y soñando estoy contigo

recostádo a la sombra

de este viejo olivo

de donde brota el aceite

 

para lubricar el cariño

y como brota en la frente

un sudor un poco frío

por la noche, con el relente

 

voy a hacer un barco de plata

y a la mar lo tiraré

será una enorme fragata

y en ella navegaré

 

que mi cantar sea hoy un homenaje

a tu entrega y a tu enorme queré

estoy buscando la llave

que un día por error tiré

 

que voy a dejar la puerta abierta

para que puedas volver

y limpiar estos ojos míos

que no dejan de llover...

 

¡ con cuanto cariño me has cuidado !

¡ cuanto amor me has regalado !

cuando de la mano a la escuela me llevabas

y con cuanto amor me besabas

 

cuando un niño mayor me pegaba

junto a mi padre, que hoy está contigo

yo bendigo vuestro recuerdo

y de ellos vivo cautivo

 

¡ como te recuerdo madre !

cuando estemos contigo

yo te voy a dar mi sangre

y unos besos grandes, muy grande...

 

Y con esos besos

se despide tu hijo

que te espera en la resurrección

esa que Jehová ha prometido...