\"Cuando el Diablo quiere engañar a alguien buscará a alguien que quiera ser engañado.\"
Nadie me quitará de la cabeza, de mi idea, de que vivimos, en cierto modo, en la sociedad del desconocimiento a pesar de que estamos invadidos por algo que creemos y definimos como “conocimiento” y es por ello que también estoy convencido de que a la gente no le interesa la democracia, ningún sistema democrático, sino que ésta les garantice aún con métodos fascistas su modo de vida personal.
Leyendo el libro “Los Mongoles de Bagdad”, de José Luis Sampedro, encuentro frases y conceptos que son hartamente difíciles de exponer a la sociedad de a pie, o al menos a una parte de ésta, leo: “ El terrorista mata tranquilo por la patria, el crimen político se comete por la libertad y el inquisidor quema en la hoguera por amor a Dios” para entender esto hay que saber distinguir entre violencia revolucionaria y brutalidad reaccionaria hecho éste que es muy difícil en una sociedad cada vez más aculturizada y alejada de su propia realidad a la que someten, incluso, con su consentimiento.
También se lee: “ Una organización capitalista llevada a su límite extremo se traduce en una organización perfectamente comunista: la libertad desaparece, y no ya solo la libertad política de hablar y/o votar sino también la libertad humana de ser de un modo o de otro” De esto se desprende que, de una manera u otra, ambas ideologías, juntas y por separadas, persiguen someter al Hombre sin importarles éstos (los seres humanos de una u otra ideología o de ninguna de ellas); cuando creemos en una ideología, de las tres que han arruinado a la Humanidad, Capitalismo, Comunismo y Catolicismo, y nos sometemos a ella hasta el punto de matar o permitirlo ignoramos que lo hacemos en nombre y para beneficios de ésos que nos quieren esclavos.
Lázaro.