Una historia real, la tuya y la mía, fuimos amantes ante todo, sin importarnos el que dirán, juntamos tu alma y la mía, hasta más no poder, éramos un solo ser, nos fundimos como el metal, pero una confusión nos alejo en un instante, lágrimas corrieron como ríos desbordantes, y nos separamos como caminantes sin rumbo, te seguí amando igual a pesar de los años transcurridos, solo una pregunta me amaste igual, me sigues extrañando, ???, yo sí y no sabes cuánto., Era tu vida y la mía, solo Dios fue nuestro testigo de aquel amor inmenso q tú y yo nos prometimos