Entre etéreas bellezas
De aquel eterno infinito,
Ese celestial camino
Decorado con estrellas;
Tú eres cual bella princesa
Con interminable brillo,
Arcoíris cristalino
De gentileza suprema;
Eres mujer hecha diosa,
Fuente de inmenso placer
Un oasis que desborda
Mares de dicha y de bien;
Ese sueño donde aflora
Dulce amor de tersa piel…