Soneto descontrolado
De punta a punta siempre dictadura
honda miseria con amor profundo
sin horizontes el mañana queda
hambre y sed en los años atadura.
Miro los Montes Blancos con tomillos,
romero, en la boca de los Monegros
calientan las piedras calizas blancas
donde duerme el lagarto aletargado.
Quedó largo el deshecho de la guerra
y maldad con pobreza fue la diosa
con llamas infecundas, como sierra.
Es la soñada miel de amor tardío
con las abejas en strés de posguerra
dejaron la labor con tiempos fríos.