Pienso en vos,
con mis dolores de parto
en abril que llegó a mayo,
lloviendo en tu rostro
que disimula las lágrimas
por la sangre de tus hijos
regada en el asfalto de
las calles cercanas a las universidades,
en cada barricada levantada en los barrios.
Pienso en vos,
madre de mártires,
en tu desesperación por morir
primero que tu hijo o no morir nunca
junto a él,
pero el egoísta está en la presidencia
por eso los policías, sicarios y paramilitares
tiraron a matar.
No estás sola querida,
hoy un pueblo te abraza,
llora junto a vos sobre sus tumbas,
soñando con construir un país nuevo,
como lo soñara tu hijo,
el que cayó dormido
frente a la UNI en mayo pasado.
Mañana será distinto,
mañana pagarán los asesinos.