Es retazo glorioso de mi vida
cada historia de amor que yo he vivido;
en el cual la pasión ha florecido
como linda amapola ayer nacida,
cuyo efluvio del alma está prendido.
Cada vez que me doy sin condiciones
es mi dicha mas grande y placentera,
porque puedo sentir la gloria entera
al compás de vibrantes corazones
que despiertan en mi tan grande hoguera.
Cuando el alma disfruta la ternura
de los timbres de voz arrulladora,
en las venas, con fuerza arrolladora,
se desplaza el deseo con locura
que provoca erupción devastadora.
Nada existe, mas grande y mas sublime,
que los fuegos de ardores pasionales,
ellos vienen de labios muy sensuales
cuya flama la pena la redime
con sus besos ardientes y virales.
Es por eso que mi alma de poeta
siempre canta al amor y su belleza;
aunque a veces me llena de tristeza,
es la luz mas brillante del planeta
que ilumina la vida con grandeza.
Autor: Aníbal Rodríguez