alupego (Ángel L. Pérez)

EN EL CORAZÓN RENACE

EN EL CORAZÓN RENACE

Como se escapa la vida.
En las oquedades medra.
Y en el éter se diluye,
como una brizna de hierba.
Como una gota que rueda,
en los huecos de la prisa.
Un suspiro que se escapa,
esfumándose en la brisa.

Como terrones de azúcar,
que con el agua se funden,
en un abrazo sin fin,
que a la materia confunde.
Partículas de ilusión,
que en la noche se difunden,
al albur de la pasión.
Vidas que aman y sufren.

Presta queda la esperanza,
para aferrarse a la vida,
con fieros dientes y garras.
Mientras el tiempo transcurre,
incansable entre amenazas.
Va desgastando la roca,
la fortaleza más alta.
Oxidando cada célula,
en las oscuras entrañas.

Pero la rica experiencia,
en los errores se afana.
Variopintas caminatas,
pero cada paso cuenta,
para alcanzar el nirvana.
Sombras que vienen y van.
Vivas luces que deslumbran,
extinguiéndose al final.

En diminutas fisuras,
se va gestando la vida.
Entre la noche y el día,
entre las luces y sombras.
La brisa así la acaricia,
en cada célula viva.
Va cambiando la materia,
en cada instante que vibra.

Un torbellino que envuelve,
que hace vibrar y que gira.
Un remolino que arrastra,
las pasiones y la ira.
Una tormenta perfecta,
que en la mente se desliza.
Un amor que viene y va,
zarandeado por la prisa.

Se pierde en la lejanía,
como el eco que origina,
la más auténtica voz.
Y en los brazos de la brisa,
va acariciando la vida.
Respeto en el interior,
de corazones sinceros,
que van dejando regueros,
de armónica condición.

La verdad se abre camino,
en las pieles blanquecinas,
de transparente penar.
Hilos blancos en las cejas,
en el corazón arrugas.
Una sabia mordedura,
en la forma de pensar.
Blancas guedejas de plata,
en su lento caminar.

Como la vida se escapa.
Y como con fuerza nace.
Como se acerca y se aleja,
la difuminada imagen,
de la inestable materia.
Como duerme y se despierta,
la inocencia y el coraje.
La luz vive en el follaje.

Canción que en la cuna suena,
que como un bálsamo embebe,
el sollozo de quien nace.
En la madurez se llena,
de placeres y desaires.
Canción que siendo de pena,
en el corazón se alegra.
Como el amor que renace.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
31/05/2019