Desborde de pasión desmesurado,
cual pertinaz llovizna mañanera,
enardecido sigo yo en la espera,
de retomar tu cuerpo profanado;
Incólume mi sexo, ya ultrajado,
sigue exánime y busca como fiera
la impoluta virtud que poseyera,
entre tus blancas piernas atrapado.
Derroche inagotable de placeres,
residencia del clímax imparable,
coincidencia total entre dos seres;
Final del onanismo deleznable,
culminación intensa de quereres,
en cúspide sexual inigualable.
...Y TE HICE MUJER - CC by-nc-nd 4.0 - ESPECTRO