Se conformaba con vivir,
no con hacer fortuna;
le bastaba pa\' ser feliz
con ver brillar la luna.
Y cuando tuvo la ocasión
de volverse más rico,
al arrasar en la elección
en su mismo distrito,
su escaño en el congreso
lo mantuvo en el suelo,
aprovechó tal hueso
pa\' mejorar su pueblo.
Y por no perseguir la lana
y por quitarse el terno
le decían: «toma, hurta y gana
que estás en el gobierno».
Y también tuvo otros asuntos,
siendo abogado defensor
de culpables presuntos
culpados sin razón.
Por decir sólo la verdad
y nada más que la verdad:
«¡sanción a este embustero!»,
cuando exclamó en un grito
que, el único delito
es no tener dinero.