La señora echa de menos a la gente. Se siente más sola que en los campos de concentración. Podría bajar a la calle donde está la animación. Donde ella vive , viven rusos y chinos pero son silentes. Ya tiene casi cien años. Y a pesar de ser amable. De los nuevos vecinos no hay quien le hable Esta superviviente no tiene rostro huraño. Como ella , sin comerlo ni beberlo. La vida la ha zarandeado. Y ella a pesar de todo no se da por vencida. Quiere vivir pero , como hacerlo? Si el pasado del presente está divorciado. Y la nada ya le da la bienvenida