Háblame del equilibrio de la vida.
Dime si es perder, la vida,
todo lo que ya ganaste,
y que algún día llamaste tuyo.
Como las flores que nacen
dejando en la tierra sus semillas
-como todo lo que renace-
dispuestas a morir
cavándose su tumba en cada invierno.
Entre sus ojos de madera,
sonrisa pálida acechando,
dientes de mármol y marfil;
la guadaña que vigila, siniestra,
hecha de tiempo.
Dime si lo justo es perder,
poco a poco,
ganar para perder porque es lo justo.
Y ya has ganado
hasta cuando todo,
todo ha desaparecido...
Dime entonces qué es
lo que más duele,
si la muerte o la esperanza ciega.