¡Oh, muerte, muerte!
Camina despacio y muy distante a mi espalda,
siente vergüenza de tu risa,
busca deshelar tu prisa,
deja de prepararme una cama en el purgatorio.
Me baño cada día en ausencias y recuerdos,
en cantos y sonetos,
me refugio en risas temblorosas,
en rosales sin espinas,
en calles sin arrugas,
en la verdad de mi patria,
con su caos y sangre vertiendo entre sus pueblos,
me aferró a esos días,
al dulce sabor del llanto,
al dulce sabor del invierno,
a la dulce sensación de la hierba mojada
bajo mis pies descalzos.
¡Me buscas mas no te amo!
Deja de anidarte en pequeños escondrijos,
no promulgues más la insensatez humana.
¡Tu avaricia es insaciable! Caballero silencioso
No escuches mi queja,
es solo desdén que me concede el respirar.
No te estoy invitando a mi mesa
con mis lamentos,
no te estoy invitando a mi lecho
con mis sollozos,
no te alimentes con mi absorta melancolía.
Dale más tiempo a la fragilidad de la existencia,
dame tiempo en esta tierra,
dale tiempo a mis pasos,
que para disfrutarme …
¡Tendrás toda una vida!
Lore Cruz
Madrigal de Luna
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Colombia