Miro esa señal del cielo,
Esos rayos deslumbrantes,
Momentos agonizantes
Consecuencia de un anhelo;
La observé con gran respeto,
Emociones palpitantes,
Y dolores desbordantes,
Como mi único consuelo;
Era una cruz dibujada
De purpúreo colorido,
Esa señal tan sagrada
Muestra de su pecho herido:
De aquella alma enamorada,
De aquel hombre redimido…