No quiero ni siquiera dudar de eso, no quiero ni siquiera pensar en ello, ni siquiera mencionarlo porque cuando usted vuelve a mí, algo brilla, algo se dispara y colapsa, no dudo en usted ni siquiera un poquito porque sé que al caer la noche usted estará precisamente junto a mí, porque sé que un domingo por la tarde me estará confesando lo que siente por mí, justo ahí estoy, confiando y apostando todo, así que sé y tengo la certeza de que usted me ama.