Jordi Etresi

Un amor de altos vuelos

 

Un amor de altos vuelos

 

Todo empezó en la terminal del aeropuerto, extraño nombre para todo aquello que comienza, parecía que en vez de estar en la salida de vuelos, estábamos en la llegada de los mismos, como dos almas destinadas a encontrarse.

 

Terminal T1 pero acabamos llamándola terminal TQ por lo de Te Quiero, porque nuestros ojos empezaron ahí mismo a hacernos check-in con los ojos.

 

En vez de facturar el equipaje, acabamos facturándonos el corazón a base compartirnos las miradas.

Quien iba a imaginar que nosotros con destinos distintos íbamos a juntar nuestro presente forjando el mismo futuro.

 

Por mi parte ya no importaba perder el vuelo, se trataba de despegar para aterrizar en tu boca, pero afortunadamente nos aterrizarnos a besos sin despegarnos los labios.

 

Pudimos cambiar de coordenadas pero no lo hicimos, empezamos a rugir nuestros motores tomando las puertas de embarque rumbo a lo desconocido para volar juntos, en lo llamado un amor de altos vuelos.

 

Así fue como cogimos las maletas y las llenamos de sueños, ilusiones y proyectos, con el mejor equipaje posible:

El amor,

La mejor tripulación:

Nosotros.

Y el mejor momento:

El nuestro.

 

Acabamos perdiendo el vuelo, un puñado de besos, e irónicamente la ropa la cual se fue volando antes que nosotros.

 

Bendito el hangar donde quedaron sellados los pasajes de ida y de vuelta al mismo destino, el día que nos conocimos.

 

Solo el amor tiene la capacidad suficiente para que el corazón pueda volar por lo que siente, lo que ama y todo aquello que nos hace feliz.

 

 

Jordi Etresi