Como gota de agua herida por rayo de luz
así hienden mis pupilas tus purpúreos corales,
copa redondeada de irisadas esencias
que obnubila el alma de los míseros mortales.
Tornasoladas fluorescencias tu faz emana
en las refulgentes mañanas del mes de abril,
coloreadas sonrisas que mis penas endulzan
bajo el resplandeciente manto del cielo añil.
Tus dulces miradas mi corazón enardecen
como chispas que encienden el fuego de la aurora,
arrebolados efluvios tus labios destilan
que el aire encienden con su aterciopelado aroma.
Tu rosa sonrisa besa el rocío del alba
en las refulgentes mañanas del mes de abril,
tu aroma rubí enciende la pasión del alma
entre las flores más esbeltas de mi jardín.