Las palabras alivian mis carnes en una tierna visión antes de que todo suceda.
Nada ha venido a presentarse mientras el mundo se mueve sin redención posible.
Los hierros hacen su trabajo.
En ocasiones cual dulces y seductoras manos antes de atacarte.
Otras veces simplemente te cortan en dos y el mundo sigue rodando.
Yo pido a gritos auxilio más el agua me tiene en mi puesto cuando quiero partir.
Los años van incesantes.
No tomo mi lecho como la tabla de salvación seductora y valiente que dejó buscado aventuras.
Los hados me devoran en su silencio antes de clavar en mí su puñalada.
La justicia en su añeja postura en busca de su propio placer se resguarda.
Las libidos quieren sangre tibia enfilando sus placeres.
Nada es imposible en tanto las nubes juegan a su propio delirio mientras bocas callan para no empañar su discutir.
Es hora de cerrar el recuerdo y descansar esperando que un rayo venido de no sé dónde te libere.
CIBORG MR