Seré breve y no diré tantas mentiras aceptadas y menos aún usaré un lenguaje tan burdo y sucio que al fin y al cabo no vale de nada:
Primero: cuando se es cómplice activo de una dictadura criminal, por activa o por pasiva, no vale ya que ésta haya quedado, supuestamente, atrás para después denunciarla para a su vez quedar públicamente como un demócrata, no vale. No vale porque el tiempo en que se ha sido cómplice de esa dictadura en la que no has hecho nada para combatirla suma y no resta, quiero decir: no resta los delitos cometidos o los que has visto cometer y te has callado.
A mí lo que me molestas son los farsantes, los hipócritas, los que se aburren del asco de vivir sin verle sentido a la vida, porque ésta de ahora no les agrada y la de antaño sí, y para calmar sus conciencias se meten a escribir paridas que solo sirven para el desahogo momentáneo. A mi me molesta ver gobernantes con pasado fascista que han sido votados hoy para en la medida de las posibilidades volver a atrapar el pasado, me molestan los que critican lo de pa´fuera y se tragan el fascismo de su propia clase política (corruptísima) cuando no incluso colaboran con ellos. Me molestan éstos que están en las últimas en cuando a años y que son amargados que critican lo que hacen otros gobiernos cuando en su país añoran las dictaduras que, por ejemplo, echaron a mi abuelo y a mi padre de su país: primero el Fascista José Antonio Primo de Rivera y después el criminal y maricón Francisco Franco (perdón, prometí no usar malas y feas palabras pero es solo una manera más, otra, de definirlo públicamente como lo que fue). Cuando se trata de dictadores a unos y no a otros o a todos los que hoy los son aunque con vestidos democráticos es porque en el fondo se está de acuerdo con ser un dictador más aunque con nostalgia y/o pena por los tiempos idos, ni más ni menos; y cuando a estas personas se les dice a la cara y de frente las cosas con toda clase de detalles y pruebas van y usan contra tu persona el tan asumido concepto de “fascista de mierda” que tanto han usado siempre, es por ello que, yo personalmente, prefiero cortar toda clase de contacto con ellos por higiene moral.
Lo que a mí me molesta es que aún existan estos personajes, aún cuarenta y pocos años ya, después de la muerte de aquél maricón y fascista (perdón de nuevo) que fue Franco, el que hizo que mi padre tuviera que dejar allá a toda su familia y que hoy pretenda hacerse pasar por demócrata ¿Qué democracia? ¿La que dejó aquél maricón y fascista en manos de un rey (Juan Carlos I) igualmente rancio y que traicionó hasta a su propio padre (Do Juan de Borbón, Conde de Barcelona y que a su vez fue el que subvencionó el Golpe de Estado en 1936) y que juró la Constitución española por sobre la Biblia y las Leyes del anterior régimen dictatorial y que hoy sus acólitos no quieren que sea juzgados por sus delitos y entre tantísimos otros el de pegar y tratar violentamente a su esposa la Reina Sofía, madre del actual Rey de España Felipe VI, y que por ello le respeta su inviolabilidad para que no pueda ser juzgado y condenado como un vulgar delincuente?
A mí lo que me molesta en verdad es ver tantos farsantes con tanta libertad, la misma que ellos en otros tiempos, y aún hoy, les niegan a tanta gente honesta.
Lázaro.