Dame alas como los ángeles
para verte posada entre las rosas
y hazme ada en tu cielo.
Dame sueños para vivirte
risueña entre las aves
y hazme invisible
en el viento de los valles.
Dame amor para adorarte
en la cuna de mi beso
como nana de mi verso
por la brisa de la mañana.
Dame tu mano para consolarte
entre escondidos secretos
y hazme tu espíritu con el cuerpo del día
por lo valioso de tu eterna vida.
Rosa Maria Reeder
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