Supongamos que estamos enamorados y que vamos a hacerlo bien,
supongamos que vas a tomarme la palabra y que vamos a casarnos.
Supongamos que no estamos rotos del alma y que vamos a pasarla bien.
Supongamos que no nos estamos usando para olvidarnos de otros brazos,
porque siempre hemos deseado estar dentro los nuestros.
Supongamos que no me interesa perder, porque si es por ti está bien.
Y así esta bien.