De tu anhelo...
su belleza me conmueve
no cuestiono tu alegría,
en el sueño
de la rosa...
te confundo con el día,
quiero creer
que Dulcinea...
aún late en la tarde
sin desdicha,
me consuelo
con la aurora...
entre labios de agonía.
P.D: A mi querida esposa,
a la que tanto amo... sin su amor
ninguno de mis versos tendría,
el más mínimo de los sentidos.