No quiero que me toque tu piel,
ni tus manos cobardes de caricias,
ni la ceniza de tu entrega de barro,
de tu tiempo que se diluye frágil,
de espasmos y miedos
que se multiplican,
de tu aliento que huele a mentira
y del alba que me extirpas.
No quiero…..
escuchar tu voz,
canto de sirenas,
presagio de ausencias,
no me llames en el silencio
de la noche,
auto negación de mi nombre,
tempestades desérticas,
sombras que acechan,
estrellas que vacilan.
No quiero….
que me miren ni tus dientes
ni tus uñas,
que tus palabras no me toquen
los ojos,
y antes de que enmudezcan mis oídos…..
sálvame el corazón
de ser piedra caliza,
tiempo sin medida,
árbol sin vida.