Dama danzante, dama flageante.
La dama que observa
con esos ojos que te acribillan en la oscuridad
y esa cara que pones de fondo \"intro dimensión desconocida\" y temblaras.
Dama negra que alza la mirada,
dama negra que se apodera de tu cama con esos grandes ojos amarillos,
con esas uñas largas y lengua carmesí,
que existe solo para tí, pero eso crees tú
porque no pertenece a nadie más que a sí misma.
Te empuja, se hace un espacio y duerme plácida entre acolchado de plumas y el calor que desprende.
Y bien...
¿Y desde cuando los gatos no creen que sus dueños son sus esclavos? Aprende que la cama es de ellos y no tuya, humano.